«La inteligencia artificial es una tecnología que está transformando la manera de trabajar» y seguirá haciéndolo. «¿Cómo? Lo veremos pronto». Si no lo estamos empezando a ver ya. Así ha iniciado Joan Rosés, editor de Collateral Bits y el Observatorio Switch, la ponencia ‘Veinte casos prácticos del uso de la IA en contenidos’, en el marco de la Semana del Talento Audiovisual, organizada por el Cluster Audiovisual de Cataluña. Consciente de las polémicas que rodean a la aplicación de la inteligencia artificial, Rosés ha expuesto veinte ejemplos, de los cuales presentamos una selección.
‘La sociedad de la nieve’, película de Juan Antonio Bayona. Rodaron en Sierra Nevada, España, pero el fondo fue sustituido por las montañas de los Andes. Según Joan Rosés, es un ejemplo de cómo «la IA puede ‘simplificar’ procesos complicados».
Anuncio navideño de Coca-Cola, elaborado durante tres semanas con inteligencia artificial generativa. Gracias a la IA, es posible «personalizar diferentes versiones del spot», adaptadas a cada país. Por ejemplo, retocando la apariencia de los personajes. El controvertido anuncio rinde homenaje al que ya hizo la compañía en 1995, ‘Holidays are coming’, con imágenes similares, pero reales.
Documental ‘Inside the mind of Putin’. El director, Patryk Vega, pretende repasar la vida del dirigente ruso, colocando el rostro de Putin en el cuerpo de un actor. Todo un ejemplo de deepfake, con la imagen y sonido que imitan la apariencia de una persona.
‘The Revived’, un documental que nos muestra otra de las posibilidades de la IA, como es «reconstruir realidades que han desaparecido», explica Joan Rosés. El film narra las historias de los atletas ucranianos -generados con inteligencia artificial- que tenían que ir a los Juegos Olímpicos de París, pero no lo hicieron porque perdieron la vida en la guerra.
Docuserie ‘El món de Pepe Rubianes’. En este caso, la IA sirve para clonar la voz del fallecido actor y cómico para que pueda ‘leer’ los textos originales de sus cuadernos. La diferencia entre la versión real y artificial es prácticamente imperceptible.
Documental ‘Eno’, de Gary Hustwit, sobre la vida del músico y artista Brian Eno. Las más de 500 horas de grabación, con la aplicación de la inteligencia artificial, permiten que cada vez que se proyecta sea diferente. Unas veces se presenta al protagonista con un estilo más rockero y otras, más introspectivo.
‘A secret in the dark’, cortometraje de Joan Riedweg. Con este proyecto, el autor se presentó a un premio para el que debía realizar un corto en 48 horas. Para llevarlo a cabo, apostó por hacerlo íntegramente con IA, con CHATGPT como asistente. «Todo un reto», reconoce.
Tanto Joan Rosés como Joan Riedweg coinciden en el potencial que representa la IA, sobre todo a nivel de postproducción y también, concretamente en el campo de la animación. Pero es cierto que hay aspectos que pueden ser inquietantes, así como muchas cuestiones a mejorar. Riedweg menciona «la consistencia de los personajes». Es decir, errores técnicos entre un plano y el siguiente, como el cambio del color de los ojos. Lo mismo puede suceder con el decorado. Al realizar su corto, se encontró con el hecho de que «al pasar de un plano a otro, la IA modificaba algo en el mismo lugar, en este caso una habitación».
El realizador de televisión y director de cine reconoce que, hoy en día, en muchas producciones, «los profesionales vemos defectos técnicos. Sabemos que están hechas con inteligencia artificial». Sin embargo, añade, «no es la herramienta la que da miedo, sino las personas o empresas que hay detrás y el uso que hacen de ella».
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