En la mayoría de ruedas o conferencias de prensa de política, economía o sanidad la creatividad no es bienvenida. El objetivo es que el mensaje llegue con eficacia y claridad a los destinatarios, sin más. No obstante, hay ámbitos como la cultura, la gastronomía, el entretenimiento o algunos eventos deportivos en los cuales tirar de ingenio nos puede ayudar a tener más impacto, generando una experiencia única e inmersiva.
Un ejemplo es la rueda de prensa de la película La Bella y la Bestia. Empieza con música en directo (voz y piano) de la banda sonora del largometraje. La decoración de la sala también está inspirada en el film; hay rosas rojas, mobiliario de época y detalles como la tetera de la Señora Potts y la taza Chip. En este escenario, un moderador reparte juego entre los miembros del equipo (director, productor y reparto), a los que plantea preguntas.
Escoger un lugar visualmente atractivo acostumbra a ayudar a destacar o ensalzar el producto o servicio que queremos dar a conocer. Si pretendemos presentar una cerveza, una buena opción sería una cervecería, con una decoración cuidada y vistosa.
El espacio, así como los colores, bien seleccionados, contribuyen a crear una atmósfera que debería alinearse con los valores y mensaje de la marca.


Para generar una experiencia sensorial y memorable, en muchos casos es prácticamente imprescindible que la prensa pueda ver, tocar, escuchar, saborear, oler y, en definitiva, vivir aquello que presentamos. Por ejemplo, si un parque temático organiza una rueda de prensa para anunciar la puesta en marcha de una nueva atracción, lo ideal es que los periodistas la puedan probar; saber qué se siente.
Otra forma de captar la atención es contando con la presencia de un invitado especial, una persona famosa que podamos asociar con la filosofía de la marca. ¿Ofrecemos a los medios una entrevista aparte con él/ella? ¿Sesión de fotos?
En conclusión, existen múltiples maneras de introducir la creatividad en una rueda o conferencia de prensa, con la finalidad de diferenciarnos. En determinados casos es útil, pero no de manera generalizada. Apostar por ideas originales en situaciones en las que no procede puede ser contraproducente y arruinar nuestra presentación.
FOTO DE PORTADA: MATTHIAS WAGNER, UNSPLASH.



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