Al ser humano le gustan las buenas historias. Muchas productoras, marcas o creadores de contenido son conscientes de ello y utilizan el storytelling como herramienta para cautivar e inspirar a la audiencia. Ya sea en plataformas audiovisuales, redes sociales o durante una presentación en público. ¿Con qué técnicas y estrategias? ¿Cuál es la clave?
De entrada, según David Cerqueiro, cineasta y productor ejecutivo de Casual Films, es importante señalar que «no existe una fórmula mágica». Sin embargo, en general, las historias «con autenticidad, que emocionan y generan identificación» son las que acostumbran a funcionar; a llegar con éxito al público.
El inicio y el final son cruciales. Tienen que estar bien pensados y trabajados, especialmente el principio, para atrapar al espectador. El desarrollo debe mantener la atención, proporcionando la sensación de tener ganas de saber más. Y la conclusión nos sirve para reforzar el mensaje principal e impactar en el recuerdo.

Modelos de storytelling
Según la mayoría de teorías, casi todo storytelling incluye una serie de elementos en común que no podemos obviar. Para empezar, necesitamos tener una buena idea; un mensaje a transmitir. En segundo lugar, un personaje potente, que situaremos en un escenario, con un ambiente y contexto determinados. Surge un conflicto, que deberá resolver. Todo ello, con una estructura atractiva, que tenga ritmo y capte la atención.
Existen numerosos modelos de storytelling, adaptables a cada objetivo y sector. El de Pixar es uno de los más sencillos. Otros más elaborados son el del Viaje del Héroe de Joseph Campbell, el Storybrand de Donald Miller y el Story Theater Method de Doug Stevenson, hasta llegar al clásico de Aristóteles, basado en los tres actos.
La siguiente es una selección de los puntos más relevantes de estas teorías:
- ¿Cuál es la esencia de tu historia? Simplifica.
- Incluye detalles descriptivos para ayudar a visualizar o imaginar la historia.
- Apuesta por temas universales como el amor, la felicidad, la soledad, la amistad…
- Presenta un problema o necesidad con el que los espectadores se sientan reflejados.
- Crea personajes con profundidad, con deseos, sueños, miedos, que se enfrenten a desafíos, evolucionen y se transformen, con los que la audiencia se pueda identificar.
- La gente admira a un personaje más por intentarlo que por el éxito que alcanza.
- Si no tienes personajes, utiliza historias personales, aquellas que has vivido en primera persona o a través de alguien cercano. Tú eres el/la protagonista.
- Superes o no el desafío, ¿qué lección has aprendido?
- «Show, don’t tell» (Muestra, no cuentes).
Finalmente, David Cerqueiro, productor ejecutivo de Casual Films, menciona la importancia de «encontrar tu estilo, personalidad», ya sea propio o de la empresa. «Experimenta; prueba cosas nuevas, no copies y pegues», aconseja, al mismo tiempo que recomienda «coherencia» entre lo que somos y queremos y nuestro proyecto.
IMAGEN DE PORTADA GENERADA CON INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
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