Las claves de la comunicación no verbal de Kamala Harris y Donald Trump

La comunicación no verbal puede ser determinante para ganar votos, especialmente los de aquellos electores más indecisos. Importan los mensajes del candidato pero también cómo los transmite. Así lo considera José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, que ha estudiado con detalle a Kamala Harris y Donald Trump, basándose principalmente en las últimas intervenciones en la cadena de televisión estadounidense en español Univision. El análisis se resume en nueve puntos.

1.EXPRESIÓN FACIAL

Es seguramente de las primeras cosas en las que nos fijamos. Si nos centramos en el rostro de Kamala Harris, vemos cómo «conecta y empatiza con la gente», afirma Martín Ovejero. Además, al menos en el programa de Univision, constatamos que «está abandonando la sonrisa exagerada» con la que le hemos visto en múltiples ocasiones. Si bien es algo positivo, porque transmite seguridad, no lo es cuando es excesiva. Tiene que ser «coherente» con el tema que se está tratando.

Por otro lado, añade el comunicador, presenta micro expresiones faciales que demuestran que cree en lo que explica. Por ejemplo, con la cara de asco que pone cuando se le menciona la posición de Trump sobre el aborto. La expresión facial de Donald Trump, en cambio, es la de alguien «frío, robotizado, que no conecta» e incluso parece «agotado».

2.GESTOS CON LAS MANOS

Son los movimientos que, bien coordinados, «ayudan a transmitir que te crees el mensaje», señala José Luis Martín Ovejero, al mismo tiempo que recuerda que la información nos llega a través de las palabras, pero también por la vista. Considera que Harris lo lleva «muy bien, ya que los gestos son coherentes con sus mensajes». Por su parte, Trump, peor; «utiliza menos y son más repetitivos».

3.AGRESIVIDAD

Basándonos en el programa de Univision, y sorprendentemente, según el experto en comunicación no verbal, la candidata demócrata fue más agresiva que el republicano. Martín Ovejero menciona el «uso del dedo índice» por parte de Harris, el llamado dedo acusador o inquisidor. «Transmite agresividad», admite. Es, de hecho, algo negativo, ya que los seres humanos tienden a huir de las personas que lo utilizan frecuentemente, pues puede suponer una amenaza. Por contra, Trump estuvo mejor, ya que «se movió poco».

4.NERVIOS

En general, Kamala Harris fue la que transmitió más nervios durante su intervención en la cadena estadounidense. En un primer momento, «sale bien, con seguridad», pero cuando empieza a hablar con el periodista vemos «unos gestos, llamados apaciguadores, con los que normalmente se persigue rebajar el nivel de estrés». Uno de ellos es el de sus manos, que las frota sobre la chaqueta. Otro, el de rascarse por debajo de la nariz, con uno o dos dedos. «Ahí refleja tensión», explica Martín Ovejero. Donald Trump, en cambio se muestra «tranquilo y calmado», sin nervios.

5.ESCUCHA ACTIVA

Según el comunicador, ambos estuvieron muy bien, con una mirada directa hacia la persona que pregunta e incorporando asentimientos con la cabeza, al escucharla.

6.MIRADAS

Ambos miran directamente a la persona, a la cara, cuando responden las preguntas. Transmiten credibilidad, solvencia y seguridad. El analista no detectó ni miradas de miedo ni de huida, hacia los lados. Y de hecho recuerda que «cuando el cuerpo no puede huir es la mirada la que huye». Ahora bien, «mientras que Trump no tuvo ninguna mirada baja, sin fijarla en nada concreto, de vergüenza o culpa, Harris sí que la mostró en algún momento». Por ejemplo, cuando se le cuestiona por Joe Biden o por estar donde está sin pasar por unas primarias. Ahí transmite «inseguridad o un cierto complejo de inferioridad».

7.MOVIMIENTO EN EL ESCENARIO

«La atención mental sigue a la visual. Si te mueves por el escenario atrapas los ojos del público y, por lo tanto, también sus mentes», afirma el comunicador. De esta manera, lo ideal es estar a cuerpo descubierto y moverse ligeramente, de una manera fluida. «Harris lo hizo muy bien», reconoce. Trump, por su parte, estuvo «horrible». Fue «el mayor error» del candidato republicano, asegura Martín Ovejero, quien añade que «es como si se le hubieran clavado los zapatos al suelo. Se plantó en una posición y de ahí no se movió». Es más, «estuvo tan tranquilo y calmado que se pasó».

8.IMPLICACIÓN PERSONAL

En los momentos importantes, en los que dice «yo haría o pienso», la representante demócrata «se señala, con la mano o se la lleva al pecho, y asiente». De esta manera, según el experto, «la comunicación no verbal confirma lo que dicen las palabras». El candidato republicano también estuvo bien, en este sentido, pero menos. «No tenía la implicación tan potente que mostraba Harris», apunta.

9.ESFUERZO Y FLUIDEZ

A Harris se le nota el esfuerzo en intentar transmitir sus ideas, lo que vemos en las arrugas que se le marcan en la frente. Se muestra «muy fluida a la hora de criticar a su adversario pero le cuesta más expresar sus propias iniciativas», constata Martín Ovejero. «De reflejos, muy rápida», añade. Trump, por contra, estuvo «mal», parecía «exhausto, lento, distante, repitiendo argumentos». Según el analista, «este es un error comunicativo relevante, ya que puede provocar aburrimiento e indiferencia».

Cada uno tiene sus puntos fuertes y débiles, que se pueden acentuar más o menos dependiendo del día y las circunstancias, pero ambos destacaron en algo, por encima del resto, en Univision. Según José Luis Martín Ovejero, el potencial de Donald Trump está en «la calma y tranquilidad» con la que expresó sus ideas y el de Kamala Harris, en «la cercanía y el contagio de emociones» con el público.

En conclusión, la comunicación no verbal es clave para convencer a los votantes, sobre todo a los indecisos. Sin embargo, según el experto, de poco sirve con los electores que tienen claro su voto. Si están entusiasmados con Trump o Harris les va a dar lo mismo lo que hagan y digan. Aplaudirán a uno y odiarán al otro, o al revés, sin importar cómo transmiten sus mensajes.