Airspeeder: ¿Qué es y cómo pretende conquistar a la audiencia?

Parece ciencia ficción, pero es una realidad. En algunos lugares de Australia ya se realizan carreras de coches voladores, que se retransmiten en directo. Pero los impulsores de la iniciativa quieren más y su objetivo es convertir el espectáculo en «la Fórmula 1 del aire», con una emisión similar a la que se puede ver sobre el asfalto o la de los barcos de la Copa del América. ¿Cuándo? «En los próximos cinco años».

Así lo ha confirmado Stephen Sidlo, Chief Marketing Officer de Airspeeder, durante el evento AV Broadcast Summit, en el marco de la Feria ISE, en Barcelona.

Actualmente, las carreras de vehículos voladores eléctricos se disputan en lugares alejados de las áreas urbanas y los pilotos los controlan de forma remota. Gracias a la realidad virtual y aumentada, conducen los coches a través de un circuito, que incluye varias puertas por las que tienen que pasar.

Sin embargo, la intención de Airspeeder es que los vehículos sean pilotados por personas. Y es por eso que en 2023 lanzó el modelo MK4, construido por Alauda Aeronautics y con similitudes, a nivel estético, con un Fórmula 1. Puede funcionar también con hidrógeno y alcanzar los 360 kilómetros por hora.

Según Stephen Sidlo, Airspeeder está trabajando para que la competición sea más atractiva, más inmersiva, con las últimas tecnologías, para que «los espectadores, cuando vean las carreras, puedan vivirlas, saber qué siente el piloto». Otro objetivo es personalizar la experiencia, con datos en tiempo real y con pruebas en cualquier lugar del mundo, desde el desierto hasta sobre el hielo.

Vertipuerto modular

Airspeeder no solo dispone del vehículo adecuado sino que también ha presentado, junto con la compañía de arquitectura HOK, el diseño de un vertipuerto, un espacio para que los coches voladores puedan despegar y aterrizar. La infraestructura, que también opera con energía solar, está pensada para que los espectadores puedan vivir una experiencia inmersiva, de 360 grados; desde la parrilla de salida, hasta la línea de meta, pasando por las paradas en boxes, para cambiar las baterías.

Stephen Sidlo reconoce que es «un reto enorme» y que están trabajando para solventar la complejidad que implica la seguridad aérea y la prevención de colisiones. Son ambiciosos y pretenden «llegar a la gran audiencia, a gran escala». Buscan pilotos y «democratizar» las carreras. Inversores no les faltan.